Las quebradas nos han hablado y no las hemos escuchado.

Juan Carlos Sáenz

Lujan

Si alguien pudiera distinguir con exactitud el nombre, la ubicación y hasta el rumor de una quebrada, ese sería Juan Carlos Sáenz. Periodista y profesor de la Universidad EAFIT al que sus conocidos han apodado ‘el loco de las quebradas’ por su especial conexión con estas fuentes hídricas.

 

Su amor por ellas nació en el barrio Los Naranjos de Envigado en el que solía recorrer desde muy pequeño, de la mano de su madre y a veces en compañía de amigos, los recovecos de la quebrada La Ayurá. Mientras se preguntaba cuántas historias guardan y protegen estos arroyos.

 

“Las quebradas datan de más o menos 2 millones de años antes de que llegaran los primeros humanos al Valle del Aburrá”, cuenta. Es por esto que Juan cree, desde la premisa de que son seres vivos, que a partir de ellas se podría contar la historia de cualquier territorio que atraviesan.

 

Desde su ejercicio como docente ha contagiado a sus estudiantes a visibilizar las soluciones que se deben emprender comunitariamente para generar un cambio medioambiental a largo plazo. El periodismo es un arma que más allá de resolver los conflictos que aquejan a las sociedades, se encarga de llamar la atención, hacer que las personas se hagan conscientes y que quienes tienen la capacidad de contribuir al cambio, se sientan movilizados.

A pesar de las barreras que imponen las fuentes oficiales, compañías e instituciones, Juan anima a sus alumnos a buscar información, a recorrer la ciudad y a conectarse con los orígenes de vida que tienen cerca. Ha acompañado los procesos investigativos y de edición en los proyectos del énfasis de Periodismo Digital del pregrado en Comunicación Social de la Universidad EAFIT. 

La intención de estas iniciativas, que en los últimos semestres han recibido los nombres de “Guardianas”, “Volviendo al cauce” y “Andariegas”, es abarcar relatos relacionados con la quebrada La Volcana, fuente hídrica de la comuna de El Poblado (14) y que atraviesa el campus de EAFIT.

 

Escucha aquí la experiencia de una alumna.

 

Ser profesor siempre le pareció un reto grande y una responsabilidad abrumadora al pensar en el impacto que puede tener en la vida de sus alumnos, pero esto se ve mitigado por la ilusión que siente al rodearse de jóvenes e impregnarse de su esperanza y ganas de cambiar el mundo.

 

En su aula de clase comparte el valor del periodismo de soluciones, una propuesta en la que se ve más allá de los hechos problemáticos, para centrar la atención en cómo tomar acción y generar una repercusión positiva sobre ellos. Esto se aplica en el terreno de la sostenibilidad al tratar las afluentes de agua no solo como víctimas constantes de vejámenes por parte de ciudadanos inconscientes, sino como recolectoras de memorias y protectoras de vida.

 

Al contar los relatos que habitan cerca y se cobijan bajo los cauces, se reconoce que estas corrientes existen, tienen un nombre y han sido testigos de miles de años de historia.