Una vida con propósito se fundamenta en la esperanza y en el creer en lo que hacemos

Marisol Lopera

MarisolLopera_GlobalTalents

“Quien se vincule a lo ambiental siempre va a estar en crisis. Se cuestionará todo, se preguntará por qué y sentirá dolor por los fenómenos que nos sobrecogen”, cuenta Marisol Lopera. Docente apasionada por los temas que involucran a las mujeres y la naturaleza, y que ha hecho de lo ambiental su centro de aprendizaje constante.

 

Lo que la llevó a hacerse educadora fue haber encontrado en esta vocación la posibilidad de afrontar necesidades desafiantes, reivindicativas y esperanzadoras. Su trabajo con sus estudiantes ha impactado a comunidades vulnerables en las que, más allá de enseñar algo, se cree en la capacidad de cocrear. Aprender a cómo conectar con los demás y lograr redes de confianza.

 

A pesar de que algunos de sus colegas la miran con extrañeza, y las instituciones le ponen inconvenientes respecto a sus estrategias educativas, ha logrado convocar a sus alumnos para sembrar en ellos la necesidad de reflexión respecto a temas ambientales.

Son muchos los espacios que Marisol orienta, desde la creencia de que al trabajar horizontalmente con sus estudiantes se obtienen resultados esperanzadores. El semillero GAIA, en la Universidad Industrial de Santander, se ha convertido en un espacio que promueve la formación de profesionales que resignifican su contexto y deliberan en torno a problemáticas ambientales.

 

De la misma manera, Maloca ClimaLab es un proyecto de educación para el cambio climático en el que se crean experiencias educativas para explorar, a través de narrativas y personajes, diferentes lugares y sus implicaciones ambientales.

 

Esta propuesta nació de la inconformidad de ver cómo sobre el cambio climático solo se exponían los datos y se impartía la ciencia, pero se dejaba de lado el ámbito social y antropológico. A pesar de que este fenómeno ambiental no es democrático, y afecta aún más a quienes se encuentran en condiciones de vulnerabilidad.

 

También ha trabajado con mujeres y niñas en zonas como Chocó y Cauca; “(...) las mujeres mediamos, conservamos, protegemos. Somos dinamizadoras de la adaptación al cambio climático”, cuenta. Además el ecofeminismo la ha hecho creer que este es un símbolo de conexión y resignificación en el que las mujeres, a través de su conexión con la tierra, se han podido mantener ancladas a una mirada más sensible del mundo.

 

Marisol actualmente hace parte del proyecto colaborativo Education for the Sustainable Development Goals: Capacity Building for Educators en el que, desde su propósito por promocionar la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS), ha aprendido de sus colegas, se ha inspirado, cuestionado y desafiado.

Si esta docente pudiese dar consejos para emprender una vida más alineada con la naturaleza, recomendaría mantenerse informado, conectar con quienes piensan diferente, consolidar una identidad propia, emprender acciones y reflexionar críticamente sobre qué sucede en el entorno más inmediato.